Seguro que habéis oído mil veces eso de “este niño es un trasto“, “esta niña es muy desobediente“, “este niño es muy llorón“… A veces somos hasta sus propios padres los que los etiquetamos a los niños. Reconozco que yo a Álvaro lo he etiquetado muchas veces de ser “muy demandante” por no decir muy porculero, y por ser “de muy mal dormir“, sin embargo de un tiempo a esta parte me lo tomo con otra filosofía y le he quitado las etiquetas, sobre todo porque me he dado cuenta de que a veces, muy pocas, la verdad, no es para tanto, pero como ya lo tengo etiquetado pues termino creyéndomelo y, además, no era consciente de los perjuicios de etiquetar a niños.
¿Y sabéis por qué os cuento esto? Porque estoy harta de que etiqueten a mi hijo.

Os cuento una situación. Estamos en casa de la abuela con el primo, que le pega de vez en cuando a pesar de tener un año menos. Mi angelito mayor viene y me lo dice porque a él no le sale devolvérsela y salta la abuela “no seas acusica“. No le dice al otro “no seas pegón“, no, le dice al mío que no sea acusica y a mí me llevan los demonios.
Y se etiqueta a los niños no solo en los ambientes familiares, sino también en la escuela. Desde chiquititos ya hay “niños muy espabilados“, “niños muy obedientes“, “niños muy torpes“… Y no somos conscientes de que etiquetando a los niños lo que le estamos haciendo es un flaco favor.
Perjuicios de etiquetar a los niños.
Muchas veces los niños han oído tantas veces una etiqueta que terminan creyéndosela.
Cuántas veces le hemos dicho a un niño que es “muy malo” y ha terminado siendo el “malo” de la clase o del parque. Lo tienen tan interiorizado que al final asumen que ese es su rol.
Las etiquetas las ponemos los adultos basadas en nuestra percepción.
Por ejemplo, en lo que os contaba antes, según mi percepción el que hace mal es el que pega, pero según su abuela el que hace mal es que viene a decirlo. Probablemente ninguno de los dos niños tengan que ser etiquetados. Solo son niños que juegan, discuten y de vez en cuando a uno de ellos se le va la mano.
Los niños terminan encasillados en sus propias etiquetas y es muy difícil que salgan de ahí.
En el ámbito académico se ve esto claramente. Recordáis cuando erais pequeños y en vuestra clase estaban los “empollones” y los “torpes“. Muchas veces he pensado después, ya como adulta, si de verdad aquellos niños eran tan torpes como querían hacernos creer.
Los niños sufren mucha presión con las etiquetas.
Y no me refiero solo a las etiquetas “malas” del tipo niño desobediente, travieso, pegón… Sino también con las etiquetas “buenas“. Conozco a una niña de la que siempre dicen que es “muy buena, muy cariñosa, muy estudiosa“. Lo que se les olvida decir es que tiene cara de triste. A veces pienso si a esa niña lo que de verdad le hace falta es despeinarse, ensuciarse la ropa, suspender algún examen…
No debemos etiquetar a los niños
Cada niño es único, no es ni mejor ni peor que otro (aunque para nosotras, las madres, el nuestro sea el más guapo y el más listo, ¿verdad?), por eso debemos evitar etiquetarlos, ni detrás, pero mucho menos delante de ellos. Que no nos oigan decir “es que mi niño es muy desobediente” porque seguramente no es que lo sea, sino que no es tal y como nosotros queremos.
A veces, nos formamos tantas expectativas con los hijos que todo nos parece poco y no los dejamos que crezcan y desarrollen su propia personalidad. Nos olvidamos que nosotros estamos para educarlos y acompañarlos y no para hacer “minipersonitas” a nuestra imagen y semejanza… O tal vez ni siquiera eso, sino “minipersonitas a la imagen y semejanza” de lo que creemos que somos.
A partir de ahora uno de mis objetivos como madre es no etiquetar ni permitir que otros etiqueten a mis hijo.
¿Sois conscientes de los perjuicios de etiquetar a los niños? ¿Os sumáis a las “no” etiquetas”?
Voy a intentarlo, espero poder borrar la etiqueta de «muy llorona» de mi repertorio!!! Un beso
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Seguro que lo consigues, todo es proponérselo 😉
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Es cierto, es algo en lo que he pensado muchas veces.
Si a un niño no paramos de repetirle lo malo que es ese niño acabará siendo malo porque es lo que se espera de él, es lo que le decimos continuamente
Hay que tener cuidado con estas cosas
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Pues justo por eso yo me he propuesto eliminar las etiquetas, porque a veces pienso si realmente mi hijo es “muy tal” o soy yo que tengo muy poca paciencia.
Que pases un buen día 😉
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Preciosa entrada que gran verdad!!! besos gigantes de lunes.
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Gracias 😉
Feliz vuelta a la rutina
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Igualmente 🙂
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Pues no podría estar más de acuerdo. Las etiquetas lo único que consiguen es presionar y condicionar al niño. Coincido contigo
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Pues si. A veces es casi imposible huir de ellas, estamos tan acostumbrados a etiquetarlos… Pero hay que hacer un esfuerzo, ningún niño se merece eso 😉
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No etiquetar está bien, hasta que la etiqueta positiva y el refuerzo positivo confluyen y si se hace uno, se hace el otro y viceversa. De todas formas a mí con la abuela de me escaparía un “es verdad hijo, no seas acusica, mejor coge un palo y le pegas un palazo, que eso no es pegar, es defenderse”. Menos mal que mi hermano para eso es como yo, y mis padres no intervienen. Besitos
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Jajaajajajaja, así, en plan fino, no? No te creas que no he intentado que coja un palo, pero este hijo mío sigue empeñado en que “no se pega”. Ya veremos qué pasa cuando se de cuenta de que es siempre el que recibe 😉
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Que será un receptor nato hasta que su hermano pequeño le defienda. Te lo dijo como experto en la materia. Por eso le he apuntado a Aikido, porque ya que no da, al menos que las esquive. Besitos
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Es algo que no soporto y estoy totalmente de acuerdo contigo, lo peor es que a veces es difícil evitar que los etiequeten y no solo de forma negativa, creo que de forma positiva es igual de perjudicial.
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Si, si. Por eso os he contado el caso de esta niña tan buena, tan calladita, tan lista… Yo creo que la pobre está amargada siendo tan tan…
Besitos
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Hola! Me ha encantado tu post, pero no podía irme sin comentaros lo perjudicial que es etiquetar de “buen niño o buena niña”, lo digo por experiencia personal, al etiquetar de buenos conseguimos que esa persona tenga la presión de agradar a todo el mundo y que no sepa decir “NO”, con todo lo que con lleva eso…, al igual que tener la etiqueta de guapo/a les presionamos para que siempre salgan de casa bien arreglados. Se tienen que querer a si mismos tal y como son. Todos tenemos momentos malos y buenos.
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¡Genial post! Y es que tienes toda la razón. Yo intento no etiquetar, precisamente por lo que tú has comentado: porque es perjudicial para el niño, porque termina creyéndoselo. Pero en el entorno es difícil evitarlo, sobretodo con la vergüenza de mi hijo mayor. Lo de regañar a tu hijo por decir que el otro le pega me parece fatal, a mí también se me llevarían los demonios 😉
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Bueno, pues a luchar contra ellas ;). Y lo de la vergüenza pasará. El mío era muy tímido, pero mucho mucho, y ahora de tímido nada.
Un besazo
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Me sumo… a veces lo hacemos y no nos damos cuenta. Es algo sobre lo que había leído y he comentado varias veces. Cuando lo hago mi pareja en seguida me avisa.
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Es que estamos tan acostumbrados a ellas que ya salen solas, tanto las negativas como las positivas, verdad?
A ver si poco a poco logramos erradicarlas 😉
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Hola!!!!! Muy de acuerdo, siempre he intentado evitar las etiquetas aunque claro, de vez en cuando nos sale pero al menos delante de ellos hay que evitarlas.
Tienes mucha paciencia porque yo le contestaría a la abuela algo tipo, si hijo no seas acusica pero no sigas jugando con tu primo el pegón, a ver si así la mujer se da por enterada. La verdad es que son pequeños y es mejor dejarlos o regañarlos por igual si algo es peligroso pero sin etiquetar.
Un besito.
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jajaja, es que si digo eso terminamos enfadados los mayores y no creo que sea eso lo mejor 😉
un besazo
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Yo no lo soporto, mis suegros son mucho de hacerlo, y yo les replico, porque no me parece bien, y el cole es otra historia aparte.
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Yo hasta ahora intento callarme, lo que no sé por cuanto tiempo lo conseguiré 😉
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Totalmente de acuerdo contigo, No a las etiquetas.
Mira hace poco he conocido en mi colegio un caso de un niño que nadie quería jugar con el y al preguntarle otra madre a su hija porque no jugaban con el, la niña contestó que es que era el payaso de la clase. Imagínate la madre diciendo a la niña que como se le ocurría llamar asi a un niño de su clase y la niña respondió que eso era lo que decía la profe. Cuantas veces habrá tenido que llamar la profesora en clase a ese niño payaso (hablo de niños de 4 años) para que los compañeros hayan dado por bueno que es un payaso.
Yo como vocal de aula recomendé a estas madres explicar lo sucedido a la dirección del centro, pues no estoy dispuesta a que ningún niño acepte estos comportamientos como buenos. No quiero que mis hijos estén en un entorno en el que suceden estas cosas.
Mi suegro por ejemplo también tiene mucha costumbre de decir no seais malos, y yo siempre le digo que los niños no son malos, los niños quieren jugar, saltar, correr, divertirse,..
En fin, hay que tener muchísimos cuidado con los calificativos que utilizamos para dirigirnos a los niños.
Un besote.
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Es que los niños interiorizan enseguida lo que les dicen. Pobrecito el chiquillo, le habían dicho payaso tantas veces que los otros acabaron por creérselo.
Hay que tener mucho cuidado con lo que decimos y si hay que actuar, como fue vuestro caso pues se actúa y ya está, tampoco creo que la maestra lo hiciera con mala intención.
Un beso enorme
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Lo difícil es que el circulo de gente que nos suele rodear no lo haga. Yo intento no poner etiquetas, aunque a veces lo haga sin darme cuenta, pero siempre tengo que estar quitando las que ponen los demás. Tenemos el que es muy muy bueno y el que es más malo… en fin, una pelea constante. Un beso
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Si, si es verdad, porque aunque tu no lo hagas y lo evites después vienen los demás que sin intención le colocan las etiquetas de “bueno”, “malo”, etc.
Pero bueno, poco a poco, iremos consiguiendo algo, espero…
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Tengo mucho que mejorar en este aspecto… Gracias por recordarnos muchas cosas con este post 🙂
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Seguro que no es tanto 😉
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Ojalá consigamos entre todos eliminar esas etiquetas. Al final, con esas etiquetas condicionamos más a los niños. La mía ya tiene la etiqueta de “impaciente”, “nerviosa”, “movida”… Y tiene 7 meses y medio. En fin, paciencia. Un abrazo guapa.
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Ufffff, temprano y bueno… El mío también tenía las mismas etiquetas y casi del mismo tiempo y aún no se las ha quitado.
Un besazo
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Hola!!
Cuánto me ha gustado este post, porque el lenguaje con el que nos dirigimos a los niños no sólo importa, sino que marca. Dile lo listo que es, y lo será. Dile que lo puede hacer, y lo hará. De nosotros depende hacerles fuertes y seguros, y hablar de ellos como si no estuvieran presentes, es uno de los errores que no debemos cometer. Un abrazo!!
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Tienes razón, y a veces lo hacemos. Hablamos de ellos como si no entendieran cuando se dan cuenta perfectamente de todo!!!
Un besazo
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Es difícil porque es algo que venimos arrastrando pero en casa hacemos un buen esfuerzo para evitar las etiquetas a nuestra niña y a nosotros
la idea es enfocarse en el hecho y no en la persona , ” me descuide y se ha quemado el arroz “, a “soy una descuidada he quemado el arroz “, por ahí va la cosa jeje
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Qué buen ejemplo, Eli!!! Tienes razón, hay que fijarse en el hecho y no en la persona. Además con las etiquetas, ya sean buenas o malas, no favorecemos a ningún niño 😉
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A mi lo de las etiquetas me da muchísima rabia. Porque además creo que cuando un niño es consciente de su etiqueta, tiende a normalizarla y a acomodarse en ella, y eso trae consecuencias fatales.
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Si, a mí también, porque tienes razón y al final muchos tienden a creerse la etiqueta que se le asigna. A ver si poniendo un poco de nuestra parte logramos acabar con ellas 😉
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Hola, yo lo inteto desde que estaba en mi tripa. Es tan complicado! Por una misma, por la pareja y por la sociedad en general. Cuando me dicen, ¿que tal se porta?, les digo que el esta feliz, o que se porta como el quiere. Y la gente me vuelve a preguntar!, todos esperan una etiqueta, un juicio de valor. Es terrible la de juicios que emite la gente de un niño en medio minuto!!!! A veces salir de paseo, ir a casa de los abuelos o quedar con amigos se convierte en un juicio constante. Y nuestro peque tiene 9 meses, no me quiero imaginar despues. En fin, gracias por el aticulo.
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y tanto que se lo creen! Yo puedo levantarme, ducharme, vestirme, arreglar a las niñas y las mochilas y los desayunos que tienen que llevarse y todo está listo en menos de media hora. Pero toda la vida me han dicho que soy lenta. Y si alguien me pregunta que me describa, es lo primero que me sale!! A mi también me da mucha rabia las frases que empiezan por “es que eres…” eres nada! estará haciendo algo que sea mejor o peor, pero eso no lo hace ni desordenado, ni vago, ni patoso, ni nada de lo que vaya detrás!
Además que si vienen de cerca, son peores las etiquetas, se graban a fuego!
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Hola, en lo que va de este ciclo escolar me han reportado muchas veces a mi hijo en su kinder y en dos ocasiones llego hasta la dirección,lo que me inquieta es que la maestra siempre me da las quejas enfrente de el y cuando llega a la escuela en lugar de darle una bienvenida motivadora le dice “haber hoy como te portas”, supuestamente el se porta mal a la hora de la clase de inglés por lo que mi esposo y yo nos dimos a la tarea de buscar a la teacher quien nos dice que el se porta bien incluso siempre termina primero y apoya a los demás niños sin embargo es la maestra de español y matemáticas la que emite los reportes ya que dice que siempre se queda a observar la clase, yo se que mi hijo es inquieto sin embargo no puedo creer del todo porque el ciclo escolar pasado estuvo en la misma escuela y nunca lo reportaron tanto, cabe mencionar que las maestras con más antigüedad se fueron del plantel y pasaron a las que estaban en el área de guardería a el área de kinder, yo creo que tal vez por ahí viene el asunto, por lo que necesito que por favor me apoyen diciéndome que puedo hacer al respecto ya que no me gustaría que a mi hijo lo etiquetaran como el más inquieto del salón y mucho menos que el terminara por creérselo, gracias….
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