Este fin de semana Álvaro ha hecho dos grandes aprendizajes que le van a ser muy útiles a lo largo de su vida: ha aprendido a hablar por teléfono y le ha perdido el miedo a los globos. Quizás os parezca más importante el primero que el segundo, sin embargo yo no sé por cuál de las dos cosas decidirme 😉
El miedo que Álvaro le tenía a los globos era excesivo. Es verlos y ya se ponía nerviosito. En su cumpleaños pusimos globos, pero los colocamos muy muy altos, sin embargo en los cumpleaños de los primos no estaban tan altos y le daba hasta miedo pasar por el lado. En el parque de bolas al que vamos de vez en cuando también ponen globos en fechas señaladas y él, si hay globos, no quiere ni entrar. Le daban miedo hasta desinflados.
Su miedo hacia los globos comenzó cuando tenía nueve meses y un amigo vino a casa para hacerle unas fotos. Entre los cachivaches que trajo para hacerle las fotos estaban los globos y en cuanto los inflamos y se los pusimos alrededor se puso a llorar como si le estuviéramos pegando. A partir de ahí, cada vez que veía uno corría a mi lado y si intentabas acercárselo y explicarle que no pasa nada, que sólo son globos, se ponía a temblar. Así que lo que hacíamos cada vez que veíamos algún globo era cogerlo en brazos e intentar no acercarnos demasiado.
Pues todo esto cambió este fin de semana. Mientras nosotros colocábamos unas estanterías en nuestra cocina nueva, mi madre se quedó con él y le sacó dos globos. Al principio incluso me enfadé muchísimo y le dije que no le enseñara los globos porque no quería que llorara por una tontería (acordaos que mi señora madre es muy tremenda… tan tremenda que hace unos días le enseñó un guarrino muerto a su nieto y lo tuvo toooda la noche con pesadillas). Pero después, cuando vi que Álvaro no lloraba y que la abuela le decía que si “mira, tócalo, blandito como una tetita”, “mira, si se desinfla te sopla la oreja”, “mira, podemos jugar con él como un balón”... Pues me tuve que callar, sobre todo cuando a los cinco minutos abuela y nieto estaban corriendo detrás del globo y jugando a intentar que éste no tocara el suelo (si, ese juego al que hemos jugado todos de niños y no tan niños 😉 )
Y el segundo gran avance que ha hecho ha sido que ha aprendido a hablar por teléfono. Hasta ahora lo que hacíamos cuando los titos querían hablar con Álvaro era ponerle el teléfono en la oreja y él escuchaba pero se quedaba mudito, aunque después, en cuanto colgaban, nos soltaba una parrafada… Para los titos era un poco aburrido, pero aún así les gustaba “hablar” con su sobrino.
Sin embargo este fin de semana, lo ha llamado mi hermana y Álvaro se ha marcado su primera conversación por teléfono. La tita le ha preguntado que qué le van a traer los reyes y él le ha contestado que una bicicleta roja y una pelota amarilla (de la cocinita ni se ha acordado 😦 ) Y a partir de ahí pues ya se ha soltado de una manera que es capaz de recitarle la vida en verso al que tenga la mala ocurrencia de decir que llama para hablar con Álvaro. De hecho, antes mis hermanos llamaban para hablar con el niño y ahora dicen que mejor me ponga yo y después se lo resuma que si no están con el teléfono pegado a la oreja hasta mañana, jajaja
Son dos pequeñas cositas pero aquí está su madre taaaan taaaaaan orgullosa que se hinchó como un pavo el fin de semana y cuatro días más tarde todavía tiene que ponerse de lado para pasar por las puertas 😉
Estos pequeños avances son grandes logros, tanto para ellos como para nosotras. Vikingo también tenía terror a los globos, lo descubrimos en su primer cumpleaños. Desde entonces no puede ni verlos, pero el otro día en un evento blogger había un montón y al final poco a poco se fue acercando y parece que ya le van gustando más. Ahora solo me falta convencer al perro para que supere el mismo trauma. Un besazo y bien por Álvaro!
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Estos avances son grandes proezas para los peques!!! Me alegro que aprenda tan rápido!!! 😉
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Pues yo también tendría mis dudas sobre cuál de los dos avances es más importante… Al fin y al cabo lo del teléfono era solo cuestión de tiempo. Sin embargo, lo de los miedos es tan irracional que podría no haberlo superado nunca y le podría haber condicionado muchos momentos de su infancia… Así que ole, ole y ole! Es increíble lo orgullosas que nos sentimos las mamis cuando nuestros peques hacen algo nuevo. Yo he mandado a todos mis contactos por whatsapp (a alguno más de una vez sin darme cuenta) el video en el que mi niña se tira de cabeza literalmente sobre su primera tarta de cumpleañaños. No puedo estar más orgullosa de que haya salido tan golosa como su madre 😉
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Olé por Álvaro!!! Redondo hace lo mismo con el teléfono… si está jugando suelta unas parrafadas tremendas, pero si hay alguien hablandole al otro lado se queda callado escuchando y no suelta prenda jejejeje.
El día que siga el ejemplo de Álvaro y responda también me hincho como un pavo jejeje
Un beso!!
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Bien por tu madre! con lo de los globos compensa la ocurrencia del guarrino jaja. Me alegro de que Alvaro vaya aprendiendo tantas cositas… poquito a poco se van haciendo mayores 🙂
Besitos
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Jajajajajaaj. No creo que convencer a perrogato sea tan fácil. El miedo de Álvaro era excesivo. Creo que estoy mas contenta por esto que por lo del teléfono.
Un beso
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Tienes razón! Son pequeñas proezas. Es asombroso esto de la maternidad, cada día viene cargado con una sorpresa 😉
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Jajaajaajajajajajaj. Se tiró sobre la tarta? En serio?
Tienes razón, cualquier logro suyo nos parece mas nuestro que de nadie. Y pobre del que le quite importancia al asunto 😉
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Me alegro por los avances!! ¿Te puedes creer que cuando he leído los regalos de reyes que le contaba Álvaro a su tita lo primero que he pensado es “y la cocinita que?” jajaja. Besos!!
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Ya aprenderá, todo llega! Pero en que te hincharád como un pavo tienes toooda la razón!
Un besito guapa
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Pues si, así lo compensa, porque la ocurrencia del guarrino fue … Pero fíjate, ha conseguido quitarle el miedo a los globos y eso ya es mucho.
Un besazo
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Jajajajaja, a que si? Es que la cocinita es lo mas importante 😉
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Oye qué bueno lo de la conversación telefónica. A mí me pasa con mi sobrina, que me la ponía y al otro lado parecía que sólo estuviese el silencio. Ahora no me cuenta mucho, pero al menos repite todo lo que van diciendo sus papás y esto ya hace mucha gracia ¡con esa vocecilla que tiene!
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Pues Alvaro se ha soltado pero bien, eh?
Contesta y haces preguntas y todo… Se nota que estoy orgullosisima, no?
Besitos
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Si señora, grandes avances, tanto uno cómo el otro.
Ya verás cuándo él te pida que llames a alguno de sus tíos para contarle cualquier cosa 🙂
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